Inclusión social y política de la mujer
viernes, 30 de mayo de 2014
martes, 27 de mayo de 2014
Participación política de la mujer
"La construcción de una democracia de ciudadanía que garantice y haga valer los
derechos humanos de todos los miembros de la sociedad, se sujeta también en el
ejercicio del principio de equidad de género sin prejuicios culturales ni limitaciones
materiales. En este sentido, debe alimentarse una cultura democrática que
conciba la participación política y la inclusión social de las mujeres de una manera
equitativa, sistemática, sin obstáculos y en igualdad de condiciones que los
hombres."
articulo completo http://www.fusda.org/Revista12-4.pdf
articulo completo http://www.fusda.org/Revista12-4.pdf
domingo, 25 de mayo de 2014
contexto general del papel de la mujer
La mujer desde el principio
de la humanidad ha debido recorrer un camino lleno de obstáculos para lograr
trascender su condición de madre y tener la posibilidad de participar en la
sociedad.
Su constitución física, más
pequeña que la del hombre, la mantuvo alejada de las actividades que demandaban
esfuerzo físico, tareas reservadas a los hombres, que cuentan naturalmente con
una estructura más robusta.
Los grupos humanos
primitivos se organizaron de una manera natural, manteniendo este estado de
cosas sin la posibilidad de alternativas, respetando el poder del más fuerte.
Con el comienzo de la
agricultura, la raza humana abandona su vida nómada y comienza los primeros
asentamientos cerca de los principales ríos.
En ese momento, la necesidad
de brazos para trabajar la tierra lleva a la mujer a los campos de cultivo y
terminan siendo las encargadas de estas actividades en la mayoría de las
comunidades; mientras los hombres se dedican a la caza de animales salvajes, la
pesca y al cuidado de su territorio. Pero la gran mayoría de las mujeres eran
las encargadas del cuidado de los niños. Era una tarea característica de ellas.
Mientras tanto, con el
aumento de la población y la necesidad del intercambio comercial, fueron
naciendo las ciudades y surgiendo de ellas una nueva clase social, la burguesía,
compuesta de comerciantes y artesanos.
En esa época, la vida de la
mujer se limitó durante mucho tiempo al cuidado de los hijos, las tareas
domésticas y los trabajos manuales artesanales.
Este estado de cosas fue
creando a su vez una cultura de roles rígidos difíciles de trascender,
sostenidos además por la religión, manteniéndose la educación y la
participación en el poder civil reservada a los hombres durante siglos.
La mujer en ese entonces
tenía los mismos derechos de un niño, por lo tanto era considerada
políticamente incapaz.
La revolución industrial en
Europa, a partir de 1789, con el descubrimiento de la máquina a vapor, da
origen a una nueva tecnología que exige brazos para trabajar en las fábricas.
La mujer se vuelve a
convertir en un instrumento útil para participar en la vida laboral,
percibiendo salarios más bajos que los hombres y sometidas a un régimen de
trabajo infrahumano.
Recién a fines del siglo XIX
y a partir de la primera guerra mundial, la mujer comienza a incorporarse a la
educación universitaria y a participar con su trabajo en ciertas áreas
específicas.
Antes de esa época, no era
bien visto por la sociedad que una mujer trabajara, viéndose relegada a hacer
tareas de servicio o ejercer la docencia, si no tenía fortuna o no se casaba;
ya que la expectativa de rol en esos tiempos era que fuera casada, que tuviera
hijos y que se dedicara a cuidar su hogar, y por lo tanto esos eran
generalmente también sus objetivos.
La segunda guerra mundial
produce una nueva revolución industrial con la aparición de la línea de montaje
y la producción en serie y el surgimiento de grandes fábricas de armamentos,
aviones y material de guerra, que después de la guerra da origen a la
fabricación masiva de electrodomésticos.
El lugar de los hombres,
asimilados a las fuerzas armadas, fue ocupado por las mujeres, y debido a las
circunstancias su nuevo rol en las fábricas fue aceptado a nivel social.
La fabricación de
electrodomésticos aliviaron a las mujeres de las tareas hogareñas, que en esos
momentos no eran compartidas por los hombres.
Después de la segunda guerra
mundial se produce un gran cambio de visión. El relativismo cultural
cambia los valores y comienza una nueva era de rebeldía hacia la tradición, la
familia y la religión.
Mientras tanto, en el siglo
XX, en todos los países civilizados se reconocen los derechos de la mujer como
persona adulta en iguales condiciones que los hombres.
Actualmente, las mujeres gozan de mas equidad, están inmersas en las universidades y compiten en investigaciones científicas.
Pero aún se les sigue segregando de los puestos de jerarquía, y puestos políticos de más alto nivel.
Pero aún se les sigue segregando de los puestos de jerarquía, y puestos políticos de más alto nivel.
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